Con cerca de 23 años de servicio en la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Ecatepec, Ricardo Gabriel Cruz Larios en compañía de su inseparable amigo Vulcanito, han ayudado a concientizar a miles de de niños y niñas para prevenir accidentes y quemaduras en casa, en las escuelas y en las calles del municipio.
El pasado 30 de abril el agrupamiento de Pequeños Vulcanos celebró su aniversario número 21 y el comandante Larios, también conocido como Bomberman, recordó que empezó a capacitar a los niños bajo la sombra de un gran árbol de pirul que todavía reposa en la entrada del Parque Ehécatl, situado en las faldas del cerro del viento (ehecatépetl en náhuatl).
A pie del árbol de “Choros” -como bautizaron al ejemplar-, Cruz Larios comenzó con el adiestramiento y formación de la brigada infantil en materia de protección civil, con la firme convicción de mitigar los riesgos para los pequeños ecatepenses.
“Nosotros desarrollamos un esquema en el cual era fundamental capacitar a la población y poder desarrollar una cultura de prevención en materia de protección civil, prevenir quemaduras en niños, además de que el objetivo principal es el de salvar la vida de una persona; con eso ya estamos más que pagados”, dijo el bombero.
Pese a los logros alcanzados por el escuadrón de Pequeños Vulcanos en los primeros años, a decir del titular del área de capacitación de Protección Civil municipal, hacia falta una parte lúdica y pedagógica para facilitar el aprendizaje de los menores.
Fue así como Vulcanito, su marioneta, se enlistó en el agrupamiento gracias a que la esposa de Cruz Larios, creó el personaje de un niño bombero, que incluso apoyó a la educación en casa de sus hijos, quienes actualmente son paramédicos y enfermera, respectivamente.
“Iniciamos en el 2002, ya vamos para veintiún años de servicio que empezamos en el grupo de Pequeños Vulcanos. Dentro de toda la capacitación que dábamos necesitamos algo lúdico para desarrollar un área pedagógica-informativa, que fuera amena al nivel cognitivo de todos los niños pequeñitos. De esa manera creamos a este chico y este chico se llama “Vulcanito”, el cuál precisamente se desarrolló para darles la capacitación a los niños y tener una empatía por el hecho de que es un niño pequeño igual que ellos”, explicó el Bomberman.
A pesar de que Vulcanito es un niño bombero, el personaje ya cuenta con 18 años de edad. Tiempo en el que se ha formado como bombero, paramédico y auxiliar de emergencias al lado de Ricardo Gabriel Cruz Larios.
Vulcanito se ha capacitado en materia de prevención de quemaduras de niños en la fundación Michou y Mau, es por ello que orienta a los pequeñitos para que no manipulen o jueguen con cerillos ni encendedores, a tener cuidado con líquidos calientes, alimentos como la sopa y el agua caliente empleada para bañarse.
Gracias a la instalación de 130 sistemas de alertamiento temprano en Ecatepec, actualmente la pareja de instructores orientan a los chicos sobre cómo evacuar y replegarse en caso de un sismo o presencia de un fenómeno natural.
Durante la pandemia por Covid-19, el comandante Larios y Vulcanito tuvieron que hacer una pausa a las capacitaciones, no solo por el resguardo en casa ante la inminente propagación del virus mortal, sino porque el Bomberman enfermó en la primera ola de contagios cuando aun no había biológicos para combatir a dicha enfermedad.
La batalla fue dura para ambos, pues Larios permaneció cerca de 43 días intubado, sin embargo, considera que su misión de vida aun continúa.
Dijo: “Fui de la primera oleada donde no estábamos vacunados, obviamente como muchos compañeros nos contagiamos y trabajamos aún sin vacunas porque teníamos que estar salvando vidas. Muchos compañeros caen en el hospital, inclusive yo y pues obviamente me tienen que intubar, y aunque a muchas personas se les hace increíble y a mí también, pues estuve intubado 43 días, había quienes al tercer o cuarto día, hasta el sexto día duraban vivos y morían, yo duré 43 días”.
“Algo que me dijeron fue que yo tenía mucho trabajo en este mundo, precisamente y de alguna manera Vulcanito en el momento que yo faltara, pues él ya no iba a tener la esencia; mis hijos ya tenían esa encomienda, que si yo faltaba él también tenía que faltar porque se pierde la vida de Vulcanito. Afortunadamente Dios nos prestó vida y el hecho de la oración de muchos niños en las redes sociales nos mantiene en este camino”, dijo con voz pausada.
Pese al temple de Cruz Larios, el rescatista recordó con nostalgia a sus compañeros Javier Reyes Castro y al muñequito Cheché, pareja de instructores de protección civil que fueron sepultados juntos tras perder la batalla en contra del coronavirus durante la etapa más intensa de la pandemia.
El comandante de capacitación de la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Ecatepec reiteró que será hasta que Dios les preste vida, que él y Vulcanito seguirán juntos orientando a los más pequeños de los hogares del municipio y en donde se los soliciten, pues su misión es seguir salvando vidas con la difusión de la prevención.
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